Quiero
vivir. No más muerte,
ni
llanto, ni lágrimas
No
más cruz, pues Dios también vive
Y
cuando Dios habla
elige
el rostro del amigo
y
te sostiene en la mano
del
hermano que camina contigo
No
te deja caer, ni te olvida rezagado
pues
te alienta con las palabras
de
las personas que tienes a tu lado
te
limpia el sudor de la frente
endurece
tus pies de barro.
Cuando
Dios susurra
lo
hace en el grito del niño
o
en el pausado andar del anciano.
Dios
te abraza, te envuelve
con
el azote del viento
y
bendice tu vida
como
gota de lluvia
Dios
vive. Está aquí
en
frente de ti, en tu pecho
está
escondido en tu risa
encerrado
en tu llanto.
Dios
vive. ¿Sigues sin verlo?
Es
alto de montaña y río en el desierto
Es
de asfalto, de hormigón, de metal
tan
solo tienes que parar a olerlo
entre
la flor en primavera
bajo
la nieve de invierno.
Dios
vive y cuando te llama
cuando
sientes la voz en su oído
hablándote
despacio con tu nombre
quemándote
lentamente con su presencia
ya
no hay muerte, ni llanto
ni
lágrimas, ni cruz
sólo
hay vida
Su
vida
la
Vida.
Rafa Ruiz